La inteligencia artificial (IA) es la inteligencia llevada a cabo por máquinas, dice Wikipedia.
Según Hollywood, es el producto de una corporación malvada que terminará con la humanidad. Pero entender el concepto de estos términos tan de moda, es algo más complejo. Intentemos ir por partes y definamos inteligencia.
Actualmente se ha llegado a cierto consenso en tanto que la inteligencia implica el nivel de habilidad para realizar lo siguiente:
- Aprendizaje: la adquisición y retención del conocimiento.
- Identificación de problemas: para emplear el conocimiento, las personas deben ser capaces de reconocer los posibles problemas en el entorno los cuales se deben abordar.
- Resolución de problemas: los individuos deben ser capaces de utilizar sus conocimientos para encontrar una solución útil a un problema que han identificado en su entorno.
¿Existe una máquina que pueda hacer todo lo enumerado?
Por el momento, no. Pero…
Convengamos que las máquinas son guiadas por programas. La característica principal de un programa es que se trata de un conjunto de órdenes que cubren todas las posibles opciones a las que se enfrenta el ordenador. Incluso si se llega a un imprevisto, el programa muestra un mensaje de error.
Con un programa informático, una máquina no piensa. Simplemente, hace exactamente lo que le dicen.
Pero… La gran revolución de la IA es que no recibe órdenes para obtener un resultado. Es ella la que, con unos datos de entrada, debe obtener los resultados.
La IA es la tecnología que hace posible que las máquinas aprendan de la experiencia y se ajusten a nuevos resultados. Sobre esta base podemos distinguir la siguiente clasificación:
Inteligencia artificial débil (o estrecha) Estos tipos de sistemas son capaces de resolver problemas muy bien definidos y acotados.
Inteligencia artificial general. Mucho más ambiciosa que la inteligencia artificial débil, permitiría resolver cualquier tarea intelectual resoluble por un ser humano.
Inteligencia artificial fuerte. La ciencia ficción asocia a la IAF con cualidades humanas como la conciencia, la sensibilidad, la sabiduría y el autoconocimiento. Por supuesto, en estos días sólo es una aspiración teórica y terreno fértil para muchas películas.
¿Cómo aprenden?
Algunas de las tecnologías más destacadas son:
Machine learning (aprendizaje automático), es un campo de las ciencias de la computación que le da a éstas la habilidad de aprender sin ser explícitamente programadas. Necesitan de la intervención humana para poder aprender, tanto en el etiquetado de los datos de entrada (una clasificación previa de datos) como en periódicos ajustes en los algoritmos.
Redes neuronales, son un tipo de aprendizaje automático formado por unidades interconectadas (como neuronas) que procesan información respondiendo a datos que ingresan en su sistema, retransmitiendo esa información entre cada neurona.
Deep learning (aprendizaje profundo) usa una enorme cantidad de redes neuronales, accediendo y procesando grandes cantidades de datos. Generalmente las técnicas de aprendizaje profundo no requieren supervisión humana o es mínima.
Otras tecnologías utilizadas son: computación cognitiva, visión por computadora y procesamiento del lenguaje natural, pero dejaré ese chino básico para otra oportunidad.
Ejemplos de uso:
Reconocimiento facial. Los podemos encontrar en smartphones, para que nos reconozcan como usuarios. También es usado en controles de migración.
Editores de texto. Ya no se limitan a corregir los errores ortográficos obvios, sino que también la semántica y hasta nos sugieren contenido.
Redes sociales. Facebook, Twitter e Instagram hacen uso y abuso de la Inteligencia Artificial para realizar muchas tareas.
Por ejemplo, para personalizar qué vemos en nuestras pantallas de inicio y en qué orden. Recomendaciones de contenido, publicidad dirigida que aparecerá en el lugar y momento justo.
También se usa como filtro de contenido que puede ser innecesario, incite a la violencia y la discriminación, aunque sabemos que los resultados son al menos dudosos, para ser elegantes.
Chatbots. Son aplicaciones que simulan mantener una conversación con una persona al proveer respuestas automáticas, las cuales son previamente establecidas por un conjunto de expertos. Generalmente la interacción es por texto, aunque existen sistemas que utilizan interfaces multimedia.
Asistentes digitales. Son asistentes activados por la voz humana. Hoy en día, no hace falta entrenarlos para que nos entiendan incluso si estamos resfriados. No sólo comprenden las órdenes sino que además dan las respuestas adecuadas. Ejemplos son Siri de Apple y OK Google.
Robots hogareños. Aspiradoras automáticas que usan IA para determinar la superficie de una habitación, identificar y evitar obstáculos, hasta determinar la ruta más eficiente para aspirar un cuarto.
Pilotos automáticos. La tecnología del piloto automático ha estado por décadas en la aviación tanto comercial como militar. Hoy usa una combinación de sensores, GPS, reconocimiento de imágenes y muchas más, tanto como para que una aeronave aterrice sin la intervención del piloto, como para que un automóvil se maneje o estacione solo.
Te dejo unos enlaces para jugar con la IA:
Chatbots de Existor, un conjunto de aplicaciones con las que se puede tener cierta conversación, a veces hasta entretenida.
Piedra, papel o tijera. El tradicional juego, verás que somos bastante predecibles.
Para quienes quieran ir un pasito más allá, Teachable Machine de Google. Entrena a tu computadora para que reconozca imágenes, sonidos y posturas.
teachablemachine.withgoogle.com
Conclusión
Por suerte o por desgracia, la IA fuerte todavía es una hipótesis, pero la débil no dejará de sorprendernos en los próximos años, facilitandonos muchas tareas y haciéndonos posibles muchos de nuestros sueños. Mientras tanto seguiré esperando los autos voladores que me prometieron para el 2000.
Fuentes
https://www.sas.com/en_us/insights/analytics/what-is-artificial-intelligence.html
https://www.ibm.com/cloud/learn/what-is-artificial-intelligence